En los últimos 15 años hemos venido alertando sobre las graves consecuencias de la falta de AGUA para la población, enunciando que  las próximas guerras no serán por el petróleo, ¡ Será por el agua !

Las estadísticas demuestran que los incidentes relacionados con el agua, se han triplicado en los últimos 10 años, sobre todo en las naciones de los países subdesarrollados y con falta de planeamiento y estrategias definidas, en comparación con décadas anteriores.

Han aumentado los episodios violentos por el agua, con ataques a sistemas de suministro y disputas por el abastecimiento de agua, registrados en una completa base de datos de conflictos vinculados a este recurso vital.

La tendencia ilustra la tensión resultante por la creciente escasez de agua  en muchas partes del mundo, como consecuencia del aumento de la población, una ineficaz gestión de los recursos y condiciones climáticas extremas relacionadas con la crisis medioambiental.

“A medida que escasee más y más el agua, al ser un recurso tan vital, la gente hará lo que sea por cubrir sus necesidades básicas”.

En México en los últimos 4 años, se han registrado de 3 a 4 ataques diarios a unidades transportadoras del vital líquido, como auto tanques, pipas, o convoyes de distribución en regiones con crisis hídrica. También en la Ciudad de México en alcaldías como Xochimilco, si se ve a una pipa, se ataca al operador de forma violenta y armada para secuestrar el líquido para venderlo  de forma clandestina y abuso en detrimento de la población más desfavorecida.

Si no hacemos un ejercicio de conciencia inmediata entre la población y las autoridades, este asunto se tornará imparable. El agua es de todos y es un derecho humano.